¿Qué sucedió exactamente?
Un tribunal federal en Chicago falló a favor de KFC Corporation al decidir que un franquiciado musulmán no puede publicitar su pollo como halal o “amigable para musulmanes”, aunque los productos cumplían criterios religiosos y eran vendidos así por años.
El franquiciado, Afzal Lokhandwala, propietario de ocho restaurantes KFC en Illinois, había estado comercializando su pollo preparado según normas islámicas a una clientela musulmana de la región.
¿Por qué perdió el franquiciado?
La clave del fallo radica en el contrato de franquicia de KFC, que otorga a la empresa control absoluto sobre la publicidad y las declaraciones de los productos de sus franquiciados. Según el juez John Robert Blakey, incluso si lo que decía el franquiciado era verdadero, KFC tiene derecho a decidir cómo se presentan los productos ante el público.
En concreto, KFC se basó en una política interna de 2009 que prohíbe a los operadores de franquicias hacer afirmaciones que impliquen atributos religiosos o dietéticos de los alimentos, como halal o kosher.
¿Significa esto que su pollo no era halal?
No. Diferentes informes legales sostienen que no había disputa sobre si el pollo vendido era halal conforme a la ley islámica. De hecho, Lokhandwala informaba claramente a los clientes cuáles productos cumplían con estándares religiosos.
La disputa judicial no negó la halalidad de los alimentos, sino que se centró únicamente en el derecho de KFC a controlar la publicidad y las declaraciones sobre sus productos dentro de sus franquicias.
Contexto más amplio del caso
El caso llegó a los tribunales después de que Lokhandwala afirmara que KFC estaba violando un acuerdo previo al restringir ahora la publicidad de productos halal, lo que, según él, podría llevar al cierre de hasta cuatro de sus restaurantes con clientela mayoritariamente musulmana.
Sin embargo, el tribunal descartó esta demanda, confirmando que KFC tenía el derecho contractual de exigir el cese de ese tipo de publicidad, independientemente de prácticas anteriores.
Implicaciones para franquicias y consumidores
Este fallo es importante por varias razones:
- Control de marca: Refuerza que las grandes cadenas pueden limitar cómo los franquiciados describen los productos para evitar confusiones o reclamos no uniformes.
- Publicidad y religión: Subraya que declaraciones con connotaciones religiosas en publicidad pueden generar riesgos legales o de marca, lo que lleva a políticas internas restrictivas.
- Derechos locales vs. manuales corporativos: Aunque un operador local puede tener clientes fieles gracias a prácticas específicas, estos no necesariamente prevalecen sobre las políticas corporativas del franquiciador.
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